Elsa Pataky

Si hay una actriz que apenas llega al metro sesenta y que despierta pasiones más allá de nuestras fronteras (si no que se lo digan al mismísimo Adrien Brody) esa es Elsa Pataky. Cóctel explosivo de sangre española, rumana, pero con unas gotas, puro aderezo, de química húngara. De sus inicios en series adolescentes como Al salir de clase a musa de José Luis Garci, su meteórica carrera se ha debido en buena parte a su determinación por convertirse en una estrella. Y Hollywood comienza a vislumbrarla.

18 Julio 1976

Madrid, España


Página oficial: http://www.elsapataky.com/
Horóscopo : Cáncer

Hay un hombre que ha influido más que ninguno en la vida de Elsa Pataky. Éste fue su abuelo materno, actor de profesión, que le hizo descubrir (a golpe de anécdota bien contada) la fantástica aventura que suponía ponerse en la piel de otro. Por eso, cuando decidió que lo suyo era lanzarse al espacio del estrellato, quiso hacerlo uniendo su nombre al apellido materno, el que sonaba a tierras lejanas. A exótico. Como su belleza. Pero, a pesar del incondicional apoyo de sus padres, por si la aventura cinematográfica fallaba, durante años Elsa Pataky compatibilizó su pasión por la interpretación con los estudios de Periodismo.

Sus primeras apariciones ante el público fueron, como debe ser, sobre un escenario de teatro, el del Centro Cultural Las Rozas, en montajes desarrollados por la compañía de Ángel Gutiérrez. Pero entonces, le llegó una oportunidad que acabó siendo de oro: la que le brindó la serie televisiva Al salir de clase, en la que interpretaba, entre 1997 y 1999, a Raquel, una adolescente que conquistaba a todo aquel que se proponía.

La televisión, en 1999, se le quedó pequeña a Elsa Pataky que buscó horizontes más amplios, el de la gran pantalla. Tras alguna incursión en telefilmes, Álvaro Fernández Armero confió en ella y le dio un papel protagonista en el thriller juvenil El arte de morir, junto a otras jóvenes promesas, en aquel entonces, como Fele Martínez, María Esteve, Gustavo Salmerón o Lucía Jiménez. Fue la primera de una serie de películas, en su mayoría comedias, que hicieron su rostro aún más conocido (porque ya, por aquel entonces, sus perfectas facciones habían servido de portada en publicaciones femeninas tan prestigiosas como Telva, Woman o GQ).

Convertida en una de las chicas más deseadas del panorama nacional, Elsa comenzó en el 2001 una relación con el piloto de motociclismo Fonsi Nieto, quien se convirtió en el más envidiado de los circuitos. La pareja paseó su amor por pistas, Ibiza, la ciudad preferida del sobrino de Ángel Nieto y hasta por vallas publicitarias, ya que ambos protagonizaron un anuncio juntos. Sin embargo después de cuatro años y medio de relación, la pareja decidió poner fin a su noviazgo de mutuo acuerdo y ambos se centraron de lleno en sus respetivas profesiones.

El verano de 2003 el fenómeno Pataky llegó a su punto álgido, cuando su nombre apareció en la cartelera por triplicado, con tres estrenos simultáneos: El furgón, Atraco a las 3… y media y Beyond Re-Animator. Además, las fronteras comenzaron a resultarle incómodas a Elsa Pataky, quien procuró realizar trabajos más allá de nuestras fronteras. En este sentido, participó en una producción televisiva canadiense llamada Queen of Swords, y protagonizó una película, con el que fue su novio durante unos años, el comediante francés Michaël Youn, Iznogoud.

Poco a poco, dejó de ser el rostro bonito que iluminaba cualquier producción para comenzar a ser tomada realmente en serio como actriz. José Luis Garci fue, en buena parte, artífice de esta transformación. Primero con el papel de Balbina en Tiovivo c.1950 y más tarde con el protagonismo indiscutible en su particular visión de Ninette.

Celosa de su vida privada, Elsa no pudo ocultar en 2006 su incipiente noviazgo con el interprete de El pianista, Adrien Brody, con el que coincidió en Madrid cuando el actor se encontraba rodando en Madrid la película Manolete. Congeniaron a la perfección y semanas después el estadounidense viajaba a Chile para reencontrarse con la actriz, quien se encontraba filmando junto a Samuel L.Jackson, Serpientes en el avión.

La pareja de actores se convirtió en el centro de atención y nada ni nadie parecía que pudiera romper esta unión. Adrien obsequió a Elsa con un castillo en Nueva York y sus planes de futuro eran abundantes. Pero 2009 fue el año del distanciamiento, ya no desfilaban por ninguna alfombra roja y ni siquiera su amor se dejaba ver por las páginas de las revistas. Y aunque nunca confirmaron su ruptura ambos comenzaron a triunfar por separado después de protagonizar juntos la película, Giallo un thriller del aclamado director Darío Argento junto a Adrien Brody.

A caballo entre su apartamento de soltera de Santa Mónica y Madrid, Elsa, quien protagonizó en el verano de 2009 un breve pero apasionado romance con el actor Olivier Martínez, ha sabido combinar a la perfección sus contratos publicitarios con la gran pantalla, por la que siente auténtica devoción.