La afinidad entre Catalina Álvarez y Mariana Hinestroza no solo trajo consigo inmejorables recuerdos de la época universitaria, también marcó el inicio de una nueva y sorprendente vida como empresarias para este par de entrañables amigas que comenzaron una historia en común en las aulas de la Universidad de Medellin. Una complicidad que encontraría uno de sus puntos más álgidos durante el módulo de vestidos de baño y por supuesto, en aquellas vacaciones en el que este divertido par salía a “rumbear” por Cartagena.

Una sólida amistad y su pasión por la moda son los cimientos sobre los que las colombianas dieron vida a Agua Bendita, firma que hoy comercializan en más de cincuenta países

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Sin mayor pretensión que la de llevar un traje de baño a su gusto, Catalina y Mariana comenzaron a crear su propia ropa para la playa. Ante la recurrente pregunta de su círculo de amistades por conocer el origen de estas prendas, el dueto comenzó a elaborarlos también para sus amigas. Así, con la vieja máquina de coser de la abuela de Catalina y las telas sobrantes de las fábricas locales comenzó a gestarse Agua Bendita.

Ante la demanda, el par de amigas comenzó el reclutamiento de costureras, quienes desde su casa forman parte de la magia de estas prendas, que destacan por sus estampados -dibujos realizados por artistas que exigen un día de trabajo para luego digitalizarse e imprimirse en las telas-; además del exquisito trabajo artesanal que su equipo realiza en cada bordado.

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Bikinis, triquinis, trajes de una sola pieza, vestidos y pareos forman parte del extenso catálogo de la firma líder en Colombia que en 2018 lanzó su segunda firma: Agua, by Agua Bendita con la que cumplieron el sueño de internacionalizarse logrando presencia en más de 50 países del mundo en los cuales Caralina y Mariana representan orgullosas el talento hecho en Colombia con el inconfundible ADN latino.