El té es una bebida muy popular en todo el mundo por sus efectos refrescantes y reconfortantes para el organismo. Durante la época de invierno suele ser de gran utilidad porque nos sirve para calentarnos en medio del inclemente frío, pero debes saber que, además, este extracto de hierbas naturales aporta beneficios nutricionales para tu organismo.

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Beneficios generales de tomar té

Existen numerosos estudios alrededor del mundo que coinciden en los beneficios generales de tomar té. Algunos no son concluyentes en cuanto a la relación de su ingesta con la mejora en algunas enfermedades, de hecho, según la especialista en té en la Escuela española del té, Alicia Colmenar Ocha: “Si bien se cree que algunos componentes (catetinas, polifenoles) de la camellia sinensis (la planta del té) pueden ayudar a combatir algunas enfermedades, aún no se ha podido demostrar una relación directa entre el consumo de té y una mejoría en los pacientes que sufren estas enfermedades”, citó CuidatePlus. Sin embargo, mencionaremos aquellos beneficios generales evidentes y más adelante específicos del tipo de té.

• Es diurético.
• Es antioxidante ya que contiene flavanoles, flavonoides, catequinas y polifenoles.
• Previene el envejecimiento celular.
• Induce la producción de endorfinas.
• Disminuye los niveles de ansiedad.
• Tiene propiedades anti inflamatorias y anti bacteriales.
• Regula el apetito.
• Contiene cafeína que genera cierto estado de alerta en el organismo y L-teanina que es un aminoácido que produce efectos relajantes.

De qué forma tomar el té

Puedes tomar varias tazas de té durante el día sin que esto represente una alteración a tu salud, por el contrario, según la directora técnica de Grupo NC Salud, Marta Gámez estas bebidas pueden ayudarnos a completar nuestra ingesta de líquidos diaria. De hecho, puedes sustituir el consumo de café por una buena taza de esta bebida milenaria.

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¿Cómo prepararlo?

Si lo haces a partir de las hojas naturales, agrégalas al agua cuando haya llegado al punto de ebullición por dos minutos y luego déjala reposar antes de echar la hierba. Aunque es un proceso sencillo, hay que prestar atención a la temperatura: lo óptimo es que esté entre los 65ºC y los 99ºC (justo antes de que el agua rompa a hervir) y como cada té es distinto, el tiempo puede variar entre 1 y 5 minutos. La proporción es de un gramo de té por cada 70 ml de agua.

Otra forma de prepararlo es con las bolsitas industrializadas que contienen la hierba: se coloca en una taza y se le agrega el agua caliente. Luego vas levantando el empaque para que desprenda su contenido. Recuerda que la forma en la que preparamos un té es vital, pues si se deja más de 5 minutos en cocción su sabor se hace más amargo.

Todas estas preparaciones las puedes endulzar según tu preferencia. Lo más recomendable es utilizar miel o stevia para evitar modificar químicamente la bebida con azúcar o edulcorante artificial. También hay quien gusta agregar leche o crema, alguna especia adicional, rodajas de naranja o limón. Las posibilidades son ilimitadas.

Diferencia entre té e infusión:

Solemos decir té de manera general al agua caliente con extractos de una hierba, pero hay una diferencia importante: solo es té el preparado que se hace de la planta originaria de china llamada Camellia Sinensis, el resto de las bebidas realizadas con otro tipo de hierbas y frutas se denominan infusiones.

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Tipos de té

Habiendo hecho esta importante diferenciación, te contamos que de hecho China es el mayor productor de los diferentes tipos de té a nivel mundial, proceso del que se obtienen té negro, blanco, verde, amarillo, oolong (azul) y pu ehr (rojo). Y de cada uno existen numerosas variedades.

Té negro: el más popular de todos y con mayor contenido de cafeína. Entre sus principales beneficios disminuye la absorción de grasas, es digestivo, defiende de infecciones y estimula el sistema inmunológico. De acuerdo con medlineplus, la Natural Medicines Comprehensive Database que clasifica según evidencia científica la eficacia de algunas sustancias, considera al té eficaz para ayudar a mantener la alerta mental y la atención, y es posiblemente eficaz para aumentar la presión arterial en personas mayores con baja presión arterial después de comer, previene los infartos de miocardio, disminuye la debilidad ósea (osteoporosis) reduce los riesgos de cáncer de ovario y enfermedad de Parkinson.

Té verde: Es bajo en cafeína, rico en minerales y contiene un micronutriente con propiedades antioxidantes denominado, polifenoles, que colaboran en retardar el envejecimiento y ralentiza el crecimiento de ciertas células tumorales. Previene enfermedades cardiovasculares, infecciones de oídos, resfriados y gripes. Alivia las alergias y reduce el riesgo de artritis. De acuerdo con un estudio de 70.000 mujeres, su consumo regular reduce el riesgo de cáncer colorrectal y según la Clínica Mayo el extracto de este milenario té incide positivamente en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica.

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Té rojo: Conocido como phu erh o “té de los emperadores”. Además de ser también potenciador del sistema inmune, antioxidante y digestivo, tiene propiedades particulares: es desintoxicante, combate la depresión, la melancolía y el mar humor según Medical News Today como reseñan los estudios publicados por este portal médico. Es muy utilizado en dietas depurativas y de pérdida de peso, regula el colesterol por su alto contenido en catequinas.

Té blanco: De todos los tipos de té este es el que más antioxidantes contiene y entre todos, el que mejor conserva sus propiedades según un estudio del Oregon State University. Entre sus beneficios se conoce que mejora la salud del hígado, ayuda a bajar de peso, protege de enfermedades hepáticas, reduce el riesgo de sufrir de cáncer y enfermedades cardiovasculares y también es favorable para la belleza de la piel y el cabello. Aumenta la producción de los neurotransmisores serotonina y dopamina responsables de mantenernos alerta y con elevados estados de ánimo.

Té azul o Oolong: Comparte propiedades diuréticas, antioxidantes, acelera el metabolismo, también ayuda a adelgazar y mejora la digestión. De hecho, según un estudio llevado a cabo por la Shenyang Pharmaceutical University ubicada en China, consumir ocho gramos de té Oolong al día, menos de tres tazas durante seis semanas, permite adelgazar tres kilos sin cambiar la dieta. Además, combate el colesterol, resguarda de enfermedades al sistema cardiovascular y mantiene la belleza y salud de la piel.

Como verás, existe una gran variedad de tés, tanto así que existen catadores de té como los hay de vinos, y se siguen haciendo cartas con combinaciones en restaurantes y cafés. Su contribución a la salud es increíble así que incluirlo en tu dieta es un beneficio, para la salud, la belleza y hasta si buscas contrarrestar alguna dolencia en particular de las mencionadas.