Y aunque en la actualidad tiene ese pensamiento, Francisca admitió que en el pasado si era una novia celosa y un poco intensa. “Yo lo aprendí. Porque por ejemplo, hablando de mi relación, yo era así como dominicana intensa y era así porque yo no podría creer esa cosa (de que los hombres y las mujeres pueden ser amigos)”, reconoció entre risas. “Yo entendí que de verdad comunicándose, Francesco me enseñó teniendo una conversación, llevando las cosas a la mesa, me mostró que tiene amigas, tiene amigos y que así se puede ser feliz”, agregó. Sin embargo, recordó el consejo de una de sus tías, quien le aseguró que mientras las mujeres sí esperan ser amigas de un hombre, ellos no siempre tienen esa intención.