La duquesa usó tres vestidos, los cuales fueron creados por la firma de Alexander McQueen, misma que diseñó su vestido de novia. Kate llevó como accesorios para este posado el anillo que perteneció a su fallecida suegra, la princesa Diana, y unos aretes de gota con perlas.
“Hacer el retrato de su Alteza Real, la duquesa de Cambridge, fue un verdadero honor para mí y un momento de alegría pura. Me conmovió su calidez y su amistosa bienvenida y me encantaron sus ojos brillantes que reflejaban la belleza de su alma y su sonrisa que mostraba la generosidad de su corazón”, dijo el fotógrafo Paolo (a través de HELLO!). “Fue una experiencia profunda y rica para mí, un momento inolvidable. He conocido a una persona maravillosa, una persona que, con su energía positiva, puede llevar esperanza al mundo entero”.