No hay duda que estas celebraciones son un pretexto ideal para volver a ver, muchas veces después de un largo año, a la familia o amigos con los que, aunque tenemos una muy cercana relación, es muy complicado reunirse. Es por tal motivo que para muchos estas fiestas significan unión, pero para otros puede ser una mala oportunidad para enfrentarse a gente con la que resulta imposible compartir ideas.

Si bien, la idea principal de la esta fiesta religiosa es la comunión, no siempre es fácil sortear conversaciones. Ya en muchas ocasiones se nos ha dicho que hay algunos tópicos como la religión, la política y el futbol que es mejor evitar a toda costa, porque tienen distintas particularidades que hacen muy complicado que una mesa completa llegue a un punto en común, pero ¿qué otros temas será mejor posponerlos para cuando haya pasado esta temporada de fiestas? Aquí te decimos cuales y por qué es bueno evitarlos si lo único que quieres esta Navidad es pasar una Noche Buena en armonía.

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Todos los temas que será mejor evitar en tus cenas navideñas.

• Religión. Estas fiestas son, quizá, las más espirituales y religiosas del año, ya que recuerdan cómo hace 2023 años habría nacido en Belén el Niño Jesús. Sin embargo, nada más complicado que hablar de religión y espiritualidad durante la cena de la natividad, ya que es un tema que puede polarizar cualquier conversación y convertirla en una acalorada discusión donde, para ser honestos, nadie podría tener la razón absoluta.

• Política. Pasa lo mismo que con la religión. Es casi imposible encontrar total coincidencia con todos los que te acompañan en la mesa, ya que son temas de ideología en los que, además, se involucran opiniones sobre lo bien o mal que se ve la economía del país, o la propia; sobre si los políticos austeros derrochan elegancia con atuendos costosos, o si se disfrazan de humildes; sobre las leyes: a quienes benefician y a quienes perjudican. En fin, que es un tema que será mejor que lo dejes para una noche de copas en la que no importe mucho si se acaloran los ánimos, ya que al otro día todo será olvidado.

• Futbol o cualquier deporte. Pocas cosas desatan tantas pasiones como los deportes y es tan amplio en panorama de equipos que pueden desatarse batallas campales. Cada vez está más cerca el Super Bowl, el próximo año habrá Juegos Olímpicos; en conclusión, ya encontrarás mejores oportunidades para demostrar lo mucho que conoces de tu deporte y equipo favorito, sólo no lo hagas junto al nacimiento.

• Noticias. Aunque en realidad es un gran tema de conversación para cualquier ocasión, sin duda estamos inundados de malas noticias y lo último que queremos en nuestra Noche Buena es recordar que nuestro mundo vive muchos dolores. Es mejor que, al contrario, encuentres la manera de sacar la gratitud a la conversación y, como lo que se hace en Thanksgiving, cada invitado recuerde por qué está agradecido.

• Conflictos familiares. Muchas veces se hace la broma sobre las pláticas navideñas que se enfocan en la resolución de herencias y la división de terrenos, pero claramente no existirían dichos chistes si no estuvieran íntimamente ligados a la realidad, por lo que es importante poner énfasis en que no es bueno retomar conflictos añejos y traerlos a la mesa, siempre habrá mejores momentos. Es más, algo que te recomendamos – y seguramente lo ha hecho tu terapeuta– es enfrentar estas conversaciones de manera madura y consciente, por lo que puede ser buena idea reunir a los involucrados y establecer una fecha para hablar sobre estos temas.

• Cuerpos ajenos, dietas y rutinas. Lo diremos hasta el cansancio, ¡nadie debe emitir juicios sobre el cuerpo, la dieta o la rutina de otra persona!, esto provoca incomodidad en los demás y no es saludable para ninguna de las partes. Evita a toda costa decir cosas negativas, aunque estén disfrazadas de positivas. Esto hazlo en tu cena navideña, pero también en todas las demás reuniones, todos esos temas son innecesarios.