Entre los sonidos que marcaron el final de la década de los 80s está, sin duda, Girl, You Know it’s True, el hit con el que Milli Vanilli, el dueto conformado por el francés Fabrice Morvan y el alemán Rob Pilatus, alcanzaron la fama internacional. Sin embargo, detrás del éxito de aquella banda pop que ponía a todos a bailar con sus canciones, había una turbia historia de fraude que se retrata en el nuevo documental de la BBC, narrando a detalle cómo estos dos jóvenes con sueños de fama pasaron de ser la sensación musical a el blanco de críticas y comentarios que los llevaron a lo más bajo de su carrera.

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Girl, You Know it’s True fue lanzado en 1989 junto al álbum homónimo que logró el puesto número uno en las listas de popularidad de Billboard, en donde se mantuvo por siete semanas con ventas de 14 millones de dólares y cuatro sencillos extraídos de la placa en el mismo puesto. Sin embargo, ninguno de los dos había cantado una sola nota en la grabación. Frank Farian, un productor alemán, les había ofrecido un contrato con la condición de que hicieran lip sync, y aunque al principio se negaron a la idea, aceptaron.

“Su asistente nos dijo que habíamos recibido dinero de su parte, y que no era gratis, teníamos que pagarlo. Su respuesta fue que hiciéramos esa canción para saldarlo”, recuerda Fabrice sobre cómo finalmente dijeron que sí.

Para los chicos que se habían conocido en los bares de Múnich, era un éxito inimaginable que de la noche a la mañana los convirtió en estrellas y los llenó de lujos al mismo tiempo que acababan las preocupaciones económicas con las que lidiaban a diario. “Nos presentaron esta vida después de venir de la nada, y tras el lanzamiento de Girl, you know it’s true, las cosas crecieron”, revela Fabrice.

El dueto ganó el Grammy al Mejor Artista Nuevo en 1990, mismo premio con el que se alzaron en los American Music Awards, pero había una sensación de culpa entre los dos: “Era saber la verdad de que nosotros no habíamos cantado y que no nos merecíamos el premio”, asegura Fabrice.

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Sin embargo, los rumores del lip sync empezaban a sonar entre la gente, y para saldar aquella deuda moral, Milli Vanilli pidió a Farian grabar con sus voces en el siguiente álbum. Pero él se negó. Y aunque hubo burlas por no ser ellos quienes cantaban en sus discos, fue el propio Farian quien reveló el secreto que guardaban con tanto recelo.

“Les dije: ‘No, yo no voy con eso’, quizá tengan buenas voces pero no es lo que busco para mis grabaciones”, expresó en una conferencia de prensa en 1990, en la que explicó que había tomado esa decisión porque los chicos querían grabar con sus propias voces.

La consecuencia de su éxito

Durante una conferencia de prensa, Milli Vanilli cantó con sus propias voces antes de devolver el Grammy que los reconocía como artistas de la música. Después de aceptar que habían sido parte de este fraude musical, Fabrice asegura que se sintió liberado a pesar de tener casi 30 demandas en su contra: “Fue muy difícil trabajar así por tantos años”. 

Sin embargo, aún les faltaba lidiar con el escrutinio público, algo hoy conocido como hate en las redes sociales. “Pasamos de ser celebrados a ser objeto de chistes y, sea quien seas, eso tiene un impacto en ti. Desafortunadamente, para Rob no había una vida posterior a Milli Vanilli”, recordó Fabrice.

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Para Rob, las cosas no fueron tan sencillas tras el fracaso, sumergiéndose en el mundo de las adicciones con las que evadía la realidad. El 2 de abril de 1998, a los 33 años, Rob Pilatus fue encontrado sin vida en un hotel cercano a Frankfurt. De acuerdo a los reportes locales, falleció por una sobredosis producida por sustancias tóxicas y alcohol.

Fabrice continuó por el camino de la música, y junto a uno de los vocalistas a quienes doblaba, hizo giras con los temas de Milli Vanilli. Siguió con su vida y ahora reside en Ámsterdam junto a su esposa y cuatro hijos.

Frank Farian, envuelto en una polémica similar

Años antes de crear Milli Vanilli, Frank formó Boney M., mejor conocido por sus éxitos Rivers Of Babylon y Rasputin. El grupo incluía a Bobby Farrell, Marcia Barrett, Maizie Williams y Liz Mitchell. Farian grabó la parte masculina en las canciones del grupo, poniendo en vivo a Bobby Farrel haciendo lip sync.

Para Bobby fue una constante lucha el intentar demostrar que sí podía cantar, pues al igual que Milli Vanilli lo único que deseaba era triunfar con la música.