Tras un par de días con algunas complicaciones, el equipo de Camilo decide llevarlo de emergencia al Hospital Quirón de Pozuelo, en Madrid. Y es que, desde hace años, el cantante enfrentaba serios problemas renales que habían puesto en peligro su salud en más de una ocasión. “De repente el jueves empezó a sentirse mal, el viernes un poco peor, y ya el sábado ya fuimos a urgencias”, indicó.