La Alta Costura de París ha tenido este año una ausencia muy comentada:
Givenchy, una de las marcas más lujosas y míticas del mundo, no presentó su colección el pasado domingo ante la prensa ni lo hará en los próximos días.
No es casual que esto ocurra, debido a la crisis que se vive en el seno de la marca desde hace unos meses. La polémica se remonta al pasado diciembre, cuando su director creativo, el inglés
Alexander McQueen, de 30 años, anunció su salida de Givenchy cuando cese su contrato, el próximo octubre, para sumarse próximamente a las filas del grupo
Gucci, competidor directo de la marca propiedad del grupo
LVMH.
Nuevo diseñador
El pasado domingo, cuando todo el mundo esperaba con verdadera curiosidad la última colección de McQueen para Givenchy, un portavoz de la marca anunció la suspensión del desfile por un problema en la distribución de los tejidos. Las informaciones, sin embargo, eran confusas, ya que otras voces hablaban de un conflicto sindical con los trabajadores de los talleres. Entre todo el revuelo, una fuente próxima a la casa achacó el problema a la "voluntad declarada del número uno mundial del lujo de no dar publicidad gratis a un creador que se va a la competencia".
Sin embargo, la temporada de Givenchy no ha sido en balde, pues, aunque la prensa no podrá ver la veintena de trajes diseñados por McQueen, la semana próxima los clientes habituales serán invitados a un pase privado en los salones de la marca.
Pese a todo este revuelo, la casa Givenchy tiene buenas noticias, pues ya ha elegido al diseñador que sustituirá en breve a McQueen. Se trata del modisto belga
Olivier Theyskens, uno de los preferidos de
Madonna, y conocido por sus vanguardistas creaciones de inspiración gótica, en especial trabajadas en cuero. Algunas voces apuntaban a
Stella McCartney como favorita, pero ya se ha hecho pública la decisión de contratar al belga.