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Corinne Diacre se ha convertido en la primera mujer en entrenar a un equipo de fútbol profesional masculino
Casi tanto o más que el mantra de
'España siempre se queda en cuartos' (anterior al
boom de 'La Roja' en 2008), la calidad del fútbol de la
selección de Estados Unidos ha sido algo que se ha puesto en entredicho de manera casi histórica: tanto en inversión económica como en millones de seguidores, el
fútbol americano gana por goleada al deporte rey en la gigantesca potencia norteamericana, donde, hasta el pasado
Mundial de Brasil, las cuotas de seguimiento de las competiciones internacionales se habían mantenido a la baja campeonato tras campeonato.
Nada que ver, sin embargo, con las cifras que la misma selección obtiene cada cuatro años
en su versión femenina: el equipo nacional de Estados Unidos
encabeza la clasificación mundial de la FIFA, llevándose a casa la Copa del Mundo en dos ocasiones, además de cuatro oros en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Atenas, Pekín y Londres. Todo un récord, teniendo en cuenta que el fútbol femenino
no se convertía en disciplina olímpica hasta 1996, al contrario que el masculino, que se disputa oficialmente en los Juegos desde 1908.
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La francesa sustituye a Helena Costa, que renunció al cargo por un problema con la directiva
El
escaso reconocimiento que se da al equipo femenino norteamericano es el perfecto ejemplo del abismo que separa el fútbol entre hombres y mujeres: mientras otras categorías como
el atletismo, el tenis o la natación parecen haberse equiparado al menos a nivel mediático -e incluso económico: según Forbes,
María Sharapova es la tercera tenista del mundo que más dinero ingresa cada año, por detrás de Roger Federer y Rafa Nadal-, el banquillo parece seguir siendo de
dominio masculino.
Una de las primeras en romper este techo ha sido
Corinne Diacre, que esta temporada ha firmado como entrenadora del Clermont Foot, un equipo de Segunda División de la liga francesa. La noticia pasaría desapercibida si no fuese porque se trata de la primera mujer en
dirigir un equipo de fútbol profesional masculino de la historia. Su currículum es equiparable al de cualquier otro
coach, si no mejor: a los 18 ya formaba parte de la
selección nacional francesa, dirigiendo el equipo bajo la categoría de capitana desde los 20. Su palmarés abarca 121 partidos internacionales y diecinueve temporadas en la defensa del ASJ Soyaux, equipo para el que ha ejercido de técnico desde 2010 hasta el mes pasado.
Diacre ha sido en realidad
la segunda apuesta en femenino del Clermont Foot, que apenas un mes antes de su fichaje ponía los ojos en la portuguesa
Helena Costa, quien renunciaba al cargo después de que la directiva contratase a algunos jugadores sin su consentimiento como entrenadora. Al margen de las maniobras de marketing, la presencia de Corinne Diacre en el fútbol profesional francés marca un antes y un después en un
terreno dominado por hombres, y lo hará durante al menos dos temporadas: tiempo por el que ha firmado contrato con el equipo galo.