Tras el nacimiento el pasado mes de septiembre del príncipe Hisahito, hijo de los príncipes Akishino y Kiko, las cosas han cambiado
Segun ha informado el diario Sankei Shimbun, el Gobierno japonés no llevará a cabo la reforma de la Ley de Sucesión de 1947 para que la hija del príncipe Naruhito y Masako, Aiko, herede el Trono del Crisantemo
4 ENERO 2007
Un significativo poema
Así están las cosas en Japón. Y el camino por el que, al parecer, se van a seguir inclinando es por aquel que da preferencia del varón sobre la mujer. Un camino que parece haber sido abonado por un poema: el que acaba de dedicarle nada menos que el emperador Akihito a su nieto el príncipe Hisahito. El citado poema, escrito en el tradicional estilo japonés “waka”, ha sido traducido al inglés y hecho publico por la Agencia de la Casa Imperial. Y dice así. “Se regocijan con nosotros por el nacimiento de nuestro nieto/ las voces del pueblo.../ Estoy feliz escuchándolas”. Verde y con asas: quien así escribe lo hace porque no puede ocultar la alegría de ser abuelo del único varón nacido en la familia imperial las últimas cuatro décadas. De ahí, a pensar que la sucesión está asegurada sin necesidad de cambiar la ley que hasta ahora la regulaba, no hay más que un sencillo paso que no supone esfuerzo alguno: el paso de dejarlo todo como estaba.
¿Conseguirá, sin embargo, el primer ministro acallar las voces que claman por la igualdad entre hombre y mujer en lo que respecta a la sucesión al trono? El diario “Sankei Shimbun” cree que no. Es más: asegura que el Gobierno japonés seguirá debatiendo si Japón puede contar con un sistema de sucesión estable que dependa tan sólo del hecho de que nazcan o no varones en la familia imperial.
No es una lucha entre primos
La “lucha”, en realidad, no está entablada entre la princesa Aiko y su primo, el casi recien nacido principe Hisahito, sino entre Aiko y el padre de éste, es decir, el principe Akihito quien, obviamente reinarìa antes que el pequeño Hisahito, sucediendo a su hermano Naruhito, padre de la princesa Ahiko.
Debatiéndose entre la tradición y la modernidad, Japón no parece tener claro el futuro en lo que respecta a la sucesión al trono. Esto se ha visto muy claro tras el nacimiento, el pasado 9 de septiembre del príncipe Hisahito cuando y pese que la campaña a favor de que la princesa Aiko pudiera ser un día -y previo cambio de la ley de sucesión- emperatriz un sondeo realizado entre los japoneses arrojó el resultado de que el 55 por ciento se oponían a revisar tal ley mientras que tan sólo un 39 por ciento se inclinaba por el cambio.