Ser papá es uno de los trabajos más arduos y que más responsabilidad conlleva. El que es uno de los papeles más entrañables en la vida de un hombre, se celebra una vez al año con gran fiesta y cariño. El Día del Padre es una excusa más para reconocer a quien con paciencia y constancia ha formado nuestros primeros pasos. La gran hazaña radica en encontrar el balance entre esta importante faceta y las otras responsabilidades que se desempeñan, como lo hacen estos papás de las Casas Reales.

Desde los más jóvenes, como el Príncipe William, que poco a poco ha cobrado experiencia gracias al Príncipe George y que con la Princesa Charlotte se consolida como papá. O el Rey Felipe VI, que con algunos años más de ventaja se deja encantar con sus dos princesitas Leonor y Sofía, que son la luz de los ojos del monarca español. También hay quienes con años en la tarea tienen ya gran conocimiento en la materia, como el Príncipe Carlos, quien siempre cercano a sus hijos, se ha convertido en el abuelo juguetón y enamorado de sus nietos. O el Rey Abdalá, quien con su ejemplo y determinación, es el guía perfecto en la vida del Príncipe Hussein, la Princesa Iman, la Princesa Salma y el Príncipe Hashem. Y hay quienes se quedan en la memoria, como el Príncipe Rainiero de Mónaco que se convirtió en eje principal en la vida de sus hijos a la muerte de la Princesa Grace. Todos diferentes, pero cada uno con un amor especial que lo ha hecho muy especial dentro de su familia.

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Día del Padre: Los papás más encantadores de la realezaVER GALERÍA

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