La mayoría de las veces, no solo hay un acosador, sino varios. Y muchos de los compañeros siguen a un líder, al que no saben decir que no. Por eso, es importante identificar no solo al que ejerce el abuso y a la víctima, sino al resto de los escolares que maltratan a otros menores, a veces, sin maldad y sin ser conscientes de que no es algo banal, sino una conducta que provoca sufrimiento y trastornos mentales.