Los celos y la rivalidad, algunas de las causas que minan la relación entre hermanos
Claro que puede haber una mala relación entre hermanos, pero las relaciones se trabajan, asevera Sonia Martínez. Los conflictos son naturales, cuestiones que suceden durante el día a día, por lo que "como madres y padres nunca debemos pensar que debe haber un día utópico en el que todo sea color de rosa", añade, por su parte, Tania García.
De ahí que si los padres detectan que hay algún tipo de problema, es muy importante que trabajen por solucionarlo y no miren hacia otro lado, ya que, además, detrás del mismo se esconden diversas causas. Algunas de las más comunes son:
- Celos. Por un lado, son positivos porque ayudan a valorar el amor que tienen hacia los padres, pero, a veces, hacen que el pequeño sienta que su hermano le ha quitado el sitio. Entonces, se va a enfadar con esa persona, generando sentimientos de enfado, de frustración, de rechazo...
- Rivalidad. La comparación de los hermanos deriva en que se vean como un rival al que hundir. Lucharán por ser mejor que el otro, y al final le pondrán la zancadilla.
- Dificultades en la comunicación familiar. Cuando en la familia no existe una buena comunicación para expresar los conflictos y explicar lo que ocurre, las relaciones van empeorando.
Aun así, Sonia Martínez destaca que los conflictos, las peleas... además de ser normales pueden tener un aspecto positivo, puesto que, a veces, están midiendo sus límites, y en cuanto se dan cuenta de que han hecho daño a su hermano, incluso ellos se asustan. Esto es un signo de que se preocupan por ellos.