Mantener un contacto piel con piel con tu bebé también es bueno para su cerebro

Los expertos lo han afirmado en múltiples ocasiones: mantener el contacto piel con piel con el bebé es muy importante para su desarrollo, y un nuevo estudio ha demostrado que también influye en su actividad cerebral. La investigación, llevada a cabo en el University College London, ha concluido que aquellos pequeños a los que las madres sujetaban y aproximaban a ellos de forma directa (es decir, sin ropa), respondían al dolor de una manera menos fuerte que el resto.

El neuropediatra Manuel Antonio Fernández, de 'El Neuropediatra', nos explica los motivos y cómo podemos cuidar el cerebro de los más pequeños.

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Los motivos para establecer un contacto piel con piel con tu pequeño

El doctor nos explica que existen múlitples estudios que analizan los beneficios del contacto piel con piel entre los recién nacidos y sus padres. Estudios que apuntan que favorece su desarrollo e incluso su recuperación, en el caso de bebés prematuros.

Y esto se debe a que el sistema nervioso de los recién nacidos responde de una forma especialmente positiva a este tipo de contacto, generando un mayor y mejor funcionamiento de diferentes circuitos y procesos cerebrales que pueden repercutir en diferentes aspectos vitales.

El doctor considera que, aunque el estudio llevado a cabo por la University College London habla de las madres, también es importante hacer hincapié en el papel los padres. Dado que hay otras líneas de investigación que han analizado el caso del contacto piel con piel con los padres, cuyos resultados han sido similares. Según comenta, este tipo de cuidados estimula el funcionamiento de áreas y procesos cerebrales que juegan un papel importante en la respuesta del organismo a las situaciones externas e internas.

Hasta tal punto que la percepción corporal de la temperatura, el olor y otros parámetros que desarrollan estos pequeños determinan una respuesta cerebral diferente a la que conseguirían si no hubiesen gozado de ese contacto directo. Y en definitiva, "favorece la manera en la que el organismo del bebé se enfrenta a las dificultades en su desarrollo y salud".

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Así va creciendo el cerebro del bebé

El doctor Fernández nos explica que el crecimiento del cerebro es crucial incluso antes de su mismo nacimiento, puesto que su sistema nervioso inicial se desarrolla alrededor de la tercera semana del embarazo, cuando la mayoría de mujeres aún no son conscientes de ello. Por este mismo motivo, el órgano es todavía más sensible, y resulta fundamental prever la gestación lo antes posible para evitar posibles conductas de riesgo que afecten el futuro del bebé.

Pasado el tiempo, el pequeño llega al mundo con un cerebro absolutamente inmaduro. Apenas es capaz de controlar ninguna de las funciones vitales más allá de las imprescindibles para subsistir, como, por ejemplo, la respiración, la circulación del corazón, y el control de la temperatura corporal de forma parcial.

En los primeros meses, habrá algunos avances en diferentes áreas, pero, principalmente, será en las que están relacionadas con su desarrollo social y motor.

El embarazo, una etapa crucial

Tal y como detallaba con anterioridad, cuidar del cerebro del pequeño que está en camino es un proceso que debe comenzar antes de dar a luz. Por ello, recomienda que, siempre bajo consulta médica, se tomen sumplementos nutricionales a base de ácido fólico y omega 3. Tanto es así que el primero está relacionado ya no sólo con el crecimiento del órgano, sino con capacidades intelectuales como la memoria.

Asimismo, aconseja que no se consuman sustancias nocivas, como el alcohol o el tabaco, ya que pueden provocar alteraciones neuronales en el bebé, que, aunque en un principio no se detecten, a largo plazo, está demostrado que afectan a su aprendizaje y su memoria.

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La leche materna, el mejor alimento que existe para su desarrollo neurológico

Con respecto a los recién nacidos, el experto explica que no hay mejor forma de cuidarlos que con ese contacto piel con piel y dándoles leche materna, de la que destaca todos sus efectos positivos en el desarrollo neurológico infantil. Se ha demostrado que los bebés que tomaban el pecho presentan un mejor desarrollo cognitivo, sobre todo en lo que concierne al lenguaje y a su percepción visual.

De ahí que "las leches infantiles cuentan hoy en día con suplementos que intentan imitar esta composición al máximo posible".

Por lo demás, algunos hábitos que nos recomienda tener en cuenta en el día a día son:

- Comunicación verbal permanente con el bebé. Hablarles es el mejor estímulo que pueden recibir para su aprendizaje.

- Alejarles de las pantallas. Alerta de que los pequeños no deberían estar frente a dispositivos, sobre todo porque, a largo plazo, se terminarán aislando de su entorno directo.

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