Los trench coats son un clásico de la moda, no solamente por su versatilidad, sino por lo bien que se les da conformar looks idóneos para los días lluviosos o para los ligeramente fríos, además de que también cumplen su función como una pieza más en la tendencia layering para aquellos meses en los que las temperaturas son más bajas.
Thomas Burberry patentó el primer modelo de gabardina, el Tielocken, en 1912. Luego los soldados británicos usaron esta prenda en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial -a esto se debe su nombre- y su popularidad la alcanzó en parte gracias al cine. Desde entonces, ha formado parte del armario de muchos durante décadas. Algunas personalidades han estado tan unidas a ella que es difícil desligarlas de su estética atemporal. Meghan Markle ha mostrado su predilección por varias de sus vertientes y en el mundo royal hay quienes han optado por sus siluetas holgadas para vertebrar sus atuendos como Olympia de Grecia.
Una de sus más grandes virtudes es que pueden elevar el nivel de cualquier outfit en segundos. Da igual si te decidiste por sudadera y jeans rasgados, blusa y falda, shorts y camiseta o si preferiste un vestido como lo hizo la hija de Pablo y Marie Chantal de Grecia, lo cierto es que incluso toda la fuerza puede girar en torno a ella.