Adriana Lima le apostó todo a las lentejuelas y lo hizo con un vestido corto de tirantes de Redemption Haute Couture, al que superpuso una blazer negra de efecto metalizado. Sí, brillo sobre brillo. Y es que aunque una de las claves básicas para disminuir el dramatismo de las pailletes es justamente combinarlas con texturas opuestas, más suaves, la top apostó por aumentar su nivel, porque de eso se trata: no importa el color, ni siquiera importan las formas, lo único que importa es el espíritu disco que transmite el eterno centelleo apto para llevarse todas las miradas este verano.