Un vestido puede transmitir a partes iguales feminidad y glamour. Puede ser, por sí mismo, una muestra de lo clásico y lo actual. Pero si además es del color más impoluto de la paleta pasa a ser inevitablemente una pieza clave del guardarropa. El que lució la modelo Karlie Kloss definitivamente tiene la capacidad de englobar lo anteriormente expuesto: blanco, cuello alto, entallado a la cintura, sin espalda y de abertura en la falda de Jason Wu. Se trata de un diseño personalizado, pero su imagen resulta tan inspiradora que hemos podido seleccionar cinco alternativas minimal con ese sello atemporal que es necesario considerar.