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Lejos de toda frivolidad, la moda siempre ha sido la mejor aliada en cuestión de imagen para muchas Primeras Damas. Jackie Kennedy enmarcaba el tradicionalismo de una perfecta esposa americana a través de sus femeninos trajes de tweed de saco y falda, por su parte, Michelle Obama ganó popularidad al ser vista de compras en Target y fue reconocida por su pulido estilo nacionalista, siempre a cargo de un diseñador estadounidense.

En la pasada carrera a la Casa Blanca, la industria de la moda estadounidense por primera vez mostró una postura y se manifestó pro demócrata. InclusoAnna Wintour contactó a varios diseñadores para realizar una cena de recaudación de fondos para apoyar la campaña de Hillary Clinton. Vera Wang, Jason Wu, Marc Jacobs, Joseph Altuzarra, Thakoon, Donna Karan, Calvin Klein, Diane von Furstenberg, Prabal Gurung, Michael Kors y Georgina Chapman, directora creativa de Marchesa, fueron algunos de los diseñadores que además de asistir a la cena, se han declarado abiertamente demócratas en los últimos meses. 

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Luego de tanto apoyo a los demócratas y ante el triunfo inesperado del partido Republicano se ha desatado una serie de preguntas en la industria: ¿Quién vestirá a la nueva Primera Dama?, ¿cómo construirá su imagen Melania a través de sus prendas? y ¿qué querrá transmitir a través de ellas? Algo muy importante que debemos de tomar en cuenta es que a diferencia de otras personalidades y celebridades, Melania compra su propia ropa, es decir, no lleva looks prestados por las marcas y aún no conocemos si existe una estrategia detrás de su imagen.

Entre los atuendos que ha usado durante los últimos meses han sobresalido cuatro; la viral camisa rosa con lazo ‘pussy bow’, firmada por Gucci con un valor de 1,100 dólares, el vestido blanco con mangas acampanadas de Roksanda Ilinic que vistió en su primer discurso que costó 2,190 dólares, el abrigo camel de Balmain de 3,512 dólares arriba del vestido Michael Kors con los que fue a votar el martes y el ‘jumpsuit’ blanco de escote asimétrico con el que hizo su primera aparición luego de la victoria de su esposo, éste está valuado en 4,000 dólares. 

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Luego de ver tantas diferentes inclinaciones ¿cuál será su línea de marcas para vestir estos cuatro años? Tal vez la pista yace en sus cuentas de redes sociales entre las que sigue a Gucci, Alexander McQueen, Versace, Saint Laurent, Dior, Karl Lagerfeld, Chanel, Dolce & Gabbana y Manolo Blahnik, curiosamente ninguna marca de origen estadounidense. ¿Dará un nuevo giro a su estilo?

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