Elegir el más adecuado
En el mercado encontraremos numerosas presentaciones bien en polvo, comprimidos, o formulaciones bebibles. ¿Qué diferencia unas de otras? “Estas diferentes formas afectan especialmente a la velocidad de absorción y permiten más o menos complicaciones en las fórmulas, enriqueciéndolas con otros activos que, o bien faciliten la absorción del mismo colágeno, o bien aumenten el aporte nutricional de otros componentes beneficiosos para el organismo”, nos dice Mar Sieira.
“Aunque podemos usar colágeno a nivel tópico, la vía oral es más efectiva. Mi consejo es empezar a tomarlo en torno a los 30. También es importante saber que hay otros factores, además de la edad, que influyen en la destrucción del colágeno, como pueden ser el sol en exceso y sin protección, el tabaco, el alcohol o el azúcar. Así que además de tomar colágeno, es aconsejable seguir un estilo de vida saludable y evitar, en la medida de nuestras posibilidades, estos factores que contribuyen a su destrucción”, cuenta Rocío Escalante.
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