Me siento muy afortunada, la verdad es que, al principio me daba miedo trabajar con Juan Osorio. Es muy exigente, es un productor que marca muy bien su pauta, es muy especial. Para mí era como un desafío, y a la hora de trabajar con él, me di cuenta de que es súper apapachador, que tiene claro lo que quiere contar y sabe acercarse a la gente. Yo creo que para uno como actor es muy enriquecedor saber qué le gusta a la gente que te está viendo. En estos momentos, en los que la gente está tan necesitada de ver algo en la televisión entonces buscan una historia en la cual proyectarse, sentir que alguno de los personajes tiene algo que ver con ellos. Creo que eso es lo que cuenta ‘¿Qué le pasa a mi familia?’ Creo que cada uno en su casa se podrá identificar con uno o dos personajes de la novela. En redes me escribían y me decían ‘Gracias por darme este empuje para seguir en mi trabajo y Regina me enseñó que sí se puede, que puedo sola, que puedo salir adelante sola, que puedo volver a creer en el amor’. Para mi Eva, como actriz eso es muy enriquecedor.

Con César Évora ya había trabajado en una producción anterior, de él me llevo conmigo esta parte simpática, un gran sentido del humor, el señor siempre dispuesto, al pie del cañón. Además un compañero súper generoso, empático, puedo decir puras cosas buenas de él, tiene una voz impresionante. Yo decía ‘Déjenlo que hable, que hable César’. Y de Diana, fueron momentos extraordinarios. Que fuera mi madre en una telenovela, así donde hay mucho que aprender de esta madre... me llevo sus consejos, porque es una mujer que me guiaba muchísimo, que nos tomamos cariño mutuamente, su profesionalismo a pesar de que estuviera cansada, ella seguía y terminaba su llamado. Su amor por el arte, por su entrega y su forma de entrar a escena es de agradecerse una mujer tan entregada en el set.

Vivo en una ciudad lejísimos de mis papás, lejos de mis hermanas, en los momentos que estoy trabajando son seis o siete meses. A veces hacemos llamadas o video llamadas, pero sí me pierdo aniversarios o cumpleaños, pero ellos saben lo que significa este sueño para mí, trato de hacer las cosas bien. Trato de tener atenciones. Si puedo tener unas vacaciones, me voy con ellos o los invito, trato de tener este equilibrio. Regina es más tajante y de repente se le olvida el cumpleaños de la mamá. Ella es full de trabajo, se le olvida que su hermano la necesita. Y también le pasó esto de que sufrió una ruptura amorosa y se refugió en el trabajo.

No como tal, este rollo de vestirte de blanco y llegar al altar, los invitados, la fiesta y demás no es una ilusión que traiga desde niña. Pero si la persona con la que estoy quiere casarse por la iglesia yo cedería, hay gente que viene con sus ilusiones y si se puede llegar a un acuerdo, está bien. Es bueno consentirle la ilusión a alguien más, pero a mí, a mí, que me haga ilusión, no.

Con este personaje de Regina me siento muy, muy agradecida, porque al final fue un personaje que me aportó a mí como mujer, como ser humano, como persona y como actriz. Me dejó muchos buenos compañeros, grandes amigos, experiencias inigualables en escena… Para lo que resta del 2021 vienen grandes sorpresas.