Aunque Michelle Salas es una de las dignas herederas de la dinastía Pinal y sus apellidos tienen peso dentro del mundo del espectáculo, la joven de 30 años sabe lo que es trabajar duro y abrirse camino por cuenta propia. Esas lecciones de perseverancia las aprendió a la perfección de su modelo a seguir: su madre, la actriz Stephanie Salas. Además de ser una buena aprendiz, Michelle se ha convertido en el mejor ejemplo de su hermana menor, Camila Valero, quien atiende a los sabios consejos que Michelle le da