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Era el año 1929 cuando se entregaban las primeras estatuillas doradas en Hollywood. Mucho ha cambiado el cine en estos 91 años, pero si hay algo que permanece en los Oscar son esos momentos inolvidables que espectadores y actores guardan en el recuerdo. Lágrimas de emoción, nervios incontrolables que dejan sin habla, desbordante alegría y sobre todo la sensación de que el cine no es sólo un trabajo, son sensaciones que traspasan la pantalla y tocan el corazón del público. La meca del cine sigue siendo la mejor factoría de sueños de la Historia y en HOLA.com te invitamos a disfrutar de un recorrido mágico con el que hemos querido recordar algunos de los momentos más memorables.

Primera gala de los Oscar

La primera ceremonia de los Oscar se celebró el 16 de mayo de 1929, con un almuerzo privado en el Hotel Hollywood Roosvelt, ante menos de 300 personas, que abonaron algo más de tres euros. Sin embargo, no fue hasta 1953 cuando la gran gala fue televisada por la NBC. En la imagen, aparece el artista británico Bob Hope en la gala de 1970. Aunque no consiguió nunca un Oscar por sus interpretaciones, sí que fue galardonado en cambio con cinco estatuillas honoríficas, concedidas por su contribución al cine y por sus múltiples actividades humanitarias

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'Blancanieves' recibió una estatuilla de tamaño real y siete miniaturas

No hay duda de que la carrera de Walt Disney fue muy prolífica. Además de otros premios, muchos de ellos honoríficos, el genial creador y director es la persona que más veces ha sido candidata al Oscar (60) y también la que más premios ha recibido (26). Curiosamente, por Snow White and the Seven Dwarfs recibió una estatuilla de tamaño real y siete miniaturas. En la imagen, aparece junto a Shirley Temple, quien en 1935 recibió con tan sólo seis años un Oscar especial al Intérprete Juvenil

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Grace Kelly se llevó el Oscar en 1955 

El 30 de marzo de 1955 y con tan sólo 25 años, una radiante Grace Kelly recogió emocionada su Oscar por su interpretación en The Country Girl. Ese mismo año, la actriz viajó al Festival de Cannes para presentar la película y fue entonces cuando a Pierre Galante, editor de un famosos diario francés, se le ocurrió la idea de organizar una sesión fotográfica de Grace con el príncipe Raniero de Mónaco en Palacio. Allí tuvo lugar el primer encuentro de la pareja el 6 de abril de 1955. Nueve meses más tarde, el 5 de enero de 1956, se hizo oficial su compromiso. Raniero le pidió matrimonio sin ceremonias, con el consabido: "¿Quieres casarte conmigo?" Y ella, también sin ceremonias, respondió únicamente: "Sí"

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