Eduardo Verástegui ha dado un paso más en su vida profesional, pero esta vez no ha sido en su faceta actoral o como productor, sino dentro de la política; para ser más preciosos, en la actual administración del presidente Donald Trump. El actor mexicano fue invitado a formar parte de la Comisión Asesora del Presidente sobre la Prosperidad Hispana, donde velará por los derechos y las oportunidades para la comunidad. Su nombramiento ha causado revuelo, pues algunos aseguran que es contradictorio debido a los señalamientos que el mandatario estadounidense ha hecho más de una ocasión sobre los latinos, sobre todo de los mexicanos.

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En entrevista con Lili Estefan, Verástegui compartió como se fue dando ese acercamiento con la Casa Blanca, además de asegurar que está orgulloso de poder contribuir de esta manera y ayudar a los latinos, por los cuales él ha abogado desde hace tiempo. “Hace 16 años le hice una promesa a mis padres de que jamás volvería a trabajar en ningún proyecto que ofendiera a mi familia, mi fe o mi comunidad hispana”, comentó. “Empecé a trabajar en proyectos diseñados a elevar la dignidad de los hispanos en Estados Unidos y el mundo entero a través del arte”.

En 2007, lanzó Bella, su primera película como productor y fue así como atrajo la atención de la Casa Blanca. “Nos premiaron por la contribución positiva a la comunidad hispana y al mundo entero. Nunca imaginé que 16 años después me volverían a llamar de la Casa Blanca para invitarme a esta iniciativa”.

La noticia de su nombramiento causó todo tipo de opiniones, a las que Verástegui se ha enfrentado. “A mí no me importa quién te está invitando, sino a qué te están invitado y a lo que nos están invitando es algo muy bueno”, compartió el originario de Ciudad Mante, Tamaulipas, al norte de México. “Algunas persones creen que esto es una mala decisión, yo sé que esta decisión genera conflicto. (Pero) desde afuera no se logran los cambios”.

Además de conversar sobre la iniciativa y su trabajo en la actual administración, Verástegui habló abiertamente de sus preferencias políticas, así como de su postura provida, en la que defiende el derecho humano a la vida.