¿Qué hacía Maisie Williams antes de debutar en 'Game of Thrones'?

Aunque hoy goza de la fama y del reconocimiento por su papel de Arya Stark en la teleserie Game of Thrones, con tan solo 13 años, su vida no siempre fue sencilla. Maisie Williams logró sobreponerse del bullying y ahora busca ayudar a los demás. Conoce más de su camino hacia el personaje que le cambió su futuro...

Margaret Constance Williams nació el 15 de abril de 1997 en Bristol, Inglaterra y desde pequeña dio muestras de su ángel ante la cámara. Es la menor de cuatro hermanos, estudió en la Escuela Primaria Clutton, en la Norton Hill School y formó parte del Instituto de Danzas de Bath, en donde tuvo oportunidad de explotar al máximo su gusto por el baile, ¿de dónde crees que le vienen esos movimientos a la menor de las Stark?

Desde niña mostró su gusto por las artes escénicas, al incluso encantarle imitar acentos y hacer reír a su familia, pero nunca imaginó que al poco tiempo tendría la oportunidad de estar en un proyecto que marcaría una época y su vida.

Sus papás se divorciaron cuando aún era muy pequeña, lo que la llevó a crecer sin la figura paterna y a ver a su mamá como lo mejor que le pudo haber pasado. "Feliz Día del Padre para mi mamá, que desempeñó ambos roles para mí cuando cuando era tan solo una niña. Madre soltera de 4 hijos. ¡Qué mujer tan increíble!", escribió en su Twitter en el 2015.

Maisie siente un gran orgullo por su mamá, Hilary Pitt Frances, quien se esmeró para sacarla adelante junto a sus tres hermanos: James, Ted y Beth. Ted es instructor de breakdance, Beth es cantante, mientras que James estudió historia y es un apasionado del arte corporal.

Aunque crecieron sin la figura de un padre biológico, Maisie y sus hermanos vieron de buena forma que su mamá rehiciera su vida con otro hombre, al asegurar que gracias a él fue posible que Hilary volviera a sonreír. La actriz siempre ha sentido una gran admiración por su padrastro, quien es un consultor telefónico y el principal soporte de su mamá.

Desde pequeña ha tenido una relación muy cercana con su madre, además de verla como un ejemplo a seguir, pues siempre ha logrado sobreponerse a la adversidad.

La admira por ser una sobreviviente, por haber rehecho su vida, pero también porque siempre se esmera en ayudar a los que menos tienen y a los que lo necesitan, un don que ella también acabaría adoptando.

Maisie tuvo que dejar la escuela para enfocarse de tiempo completo a Game of Thrones. A partir de ese entonces comenzó a recibir clases por parte de un tutor, dando así su vida un cambio radical. En esos tiempos fue víctima de "bullying" cibernético, en donde varios excompañeros de clase se burlaban de ella por su papel en el proyecto de HBO.

El trato que recibió por parte de sus excompañeros de clase fue algo que la dejó marcada y que la llevó a tomar acciones para ayudar a las personas que pasaron por una condición similar. "Recuerdo haber estado sentada en el metro al lado de mi mamá y navegar entre mensajes, y mensajes, y más mensajes. Mi corazón daba tumbos y tenía como un nudo en la garganta, como cuando haces fuerza para no llorar".

Ha llegado a solicitar a los medios sociales que establezacan medidas para mitigar la prácticas de acoso, enfocándose principalmente en Internet. Además de ayudar a las víctimas, también lo ha hecho con los refugiados sirios en Grecia y se ha pronunciado en contra del uso de delfines en espectáculos acuáticos.

En el 2015, a cuatro años de su debut, volvió a vivir de cerca el tema protagonizando la película televisiva Cyberbully, en donde dio vida a Casey Jacobs. La trama con duración de una hora gira alrededor de la protagonista, quien ve cómo su vida digital es descubierta por un "hacker" anónimo, quien la amenaza con difundir material comprometedor si no hace lo que le pide.

Maisie siempre le da un lugar a su familia, pues para ella es lo más importante que hay en la vida.

"Me gusta mi vida, estar cerca de mi madre y de toda mi familia. Tu vida puede cambiar completamente si escoges centrarte en tu carrera".