Reina Madre

Isabel Bowes-Lyon, más conocida como la Reina Madre de Inglaterra, vivió todos y cada uno de los conflictos bélicos que el siglo XX hubo de sufrir. La I Guerra Mundial le sorprendió a los 14 años. Durante la II Guerra Mundial demostró el inmenso amor que le unía a su país y se negó a huir a Estados Unidos. Este gesto -quedarse junto a los suyos en tiempos de crisis- le valió las simpatías de los británicos durante toda su vida. La Reina Madre se convirtió en un símbolo, en un icono de la Monarquía británica querida por toda una nación.

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Nacida el 4 de agosto de 1900 en Hitchin, Reino Unido, Isabel Bowes-Lyon, más conocida como la Reina Madre así como por ser la madre de Isabel II, fue la penúltima de los diez hijos que tuvo Lord Claude George Bowes-Lyon con su mujer Lady Nina Cecilia Bowes-Lyon, conocidos popularmente como Lord y Lady Glamis.

Isabel pasó sus primeros años cerca de Londres, antes de trasladarse cuando aún era una niña al castillo de Glamis, en Escocia. Cuando la Primera Guerra Mundial llegó a su fin, Isabel, de 18 años, salió de su anonimato y fue presentada al Rey y a la Reina, como correspondía a una chica "It" de la época.

Conoce al Príncipe Alberto (futuro Rey Jorge VI)

La joven no conoció a su futuro marido, el príncipe Alberto, duque de York, al que llamaban cariñosamente Bertie, hasta un año después. Aunque ella no se dio cuenta, el hijo del rey se enamoró de ella inmediatamente y le pidió su mano en la primavera de 1921. Pero, para consternación de él y de sus padres, ella lo rechazó. Sin embargo, cuando él le propuso matrimonio por segunda vez en enero de 1923, ella aceptó y la pareja se casó en la Abadía de Westminster el 26 de abril de 1923.

Sus hijas

Convertida en duquesa, tuvo dos hijas, la princesa Elizabeth (nacida el 21 de abril de 1926) y la princesa Margarita (21 de agosto de 1930). La vida transcurría más o menos plácida para el joven matrimonio, aficionado a los viajes (tanto es así que visitaron países como Sudán, Uganda o Kenia un año después de su boda). Pero su vida iba a cambiar con la muerte, en enero de 1936, del rey Jorge V.

Reina por sorpresa

Hasta diciembre de ese mismo año, ocupó el trono Eduardo VIII quien, el día 11 de ese mismo mes, abdicó por amor a una mujer americana y divorciada: se trataba de Wallis Simpson. Ante este acontecimiento, con tintes románticos para unos y escandalosos para otros, el Duque de York asumió la responsabilidad de convertirse en el nuevo Rey. La Coronación tuvo lugar el 12 de mayo de 1937. Ahí estaba lady Elizabeth, convertida en Reina regente y dispuesta a cumplir con la misión que el destino le había impuesto.

Una prueba definitiva del amor que sentía por los suyos fue la permanencia en el palacio de Buckingham durante los bombardeos de la II Guerra Mundial. Ella y su marido, en aquellos días trágicos, solían recorrer las áreas más afectadas del Reino Unido, y mostraban su solidaridad en hospitales, fábricas y otras áreas rotas por la guerra. Su coraje y determinación la convirtieron en una figura muy querida por el pueblo británico.

Reina madre: significado

El 6 de febrero de 1952, el rey Jorge VI falleció en Sandringham y subió al trono su hija, la reina Isabel II, sin embargo, la Reina Madre, quien había estado al lado del Rey durante cerca de treinta años, siguió trabajando por su país y colaborando en cuanto podía con su hija, así como apoyando numerosas causas benéficas y participando en eventos oficiales.

Incansable, a pesar de haber superado el siglo, la Reina Madre siguió fiel a su máxima de viajar, ver y sonreír a una vida que, a pesar de sus sombras, le había dado tanto... Entre otras cosas, el amor incondicional de su familia, en especial la de su nieto, el príncipe Carlos por quien profesa un cariño siempre correspondido.

¿Cuántos años vivió la Reina Madre?

La Reina Madre vivió hasta la edad de 101 años y fue testigo de cambios significativos en la sociedad y la monarquía británica a lo largo de su vida, en la que no dejó de trabajar hasta casi el final de sus días, sin embargo, la muerte de su hija pequeña, Margarita, con 71 años, en febrero de 2002, fue un duro golpe que no pudo superar, falleciendo un mes después. Enterrada en el castillo de Windsor, unos 2.100 invitados, asistieron a su funeral en la Abadía de Westminster. fue un evento de gran envergadura y marcó el final de una era en la historia del Reino Unido.