Montse Estruch

Montse Estruch se ha formado como cocinera junto a algunos de los mejores chefs del mundo (Adriá, Arzak, Berasategui); conocimientos que le han servido para actualizar y modernizar la cocina catalana. En Europa la admiran y la adoran porque ha conseguido feminizar un área casi dedicada exclusivamente a hombres, ha obtenido una estrella Michelín este año y su objetivo para la próxima temporada es dar a conocer la emergente gastronomía chilena en nuestro país.


Esta mujer inquieta y de ideas claras, al cumplir los 27 años decidió que su vida tenía que dar un giro y llenar el vacío existencial que la ahogaba. Por suerte, la cocina estaba ahí para ayudarla. Hija de los dueños de un impresionante edificio en la localidad catalana de Vacarisses, Montse convenció a sus padres para que, ese antiguo parador y ruta obligada de paso en las montañas de Cataluña, se convirtiese en lo que hoy se considera un auténtico templo de la investigación culinaria y del que es chef ejecutiva. Su nombre: El Cingle, que significa "peñasco" o "piedra cortada".

Su currículum profesional es extenso a la par que sorprendente. Seminarios, tutoriales, programas de televisión, banquetes, cenas.... Son algunos de los eventos a los que Estruch está acostumbrada a dirigir. Ha publicado tres libros de gastronomía y ha logrado su primera estrella Michelín. Se formó en la Escuela de Hostelería de Barcelona y bajo la tutela de algunos de los mejores restauradores del mundo como Ferran Adriá, en su mundialmente famoso restaurante El Bulli, o junto a Juan María Arzak y Martín Berasategui en el País Vasco.

La suerte se cruzó en su camino cuando un importante empresario de uno de los mejores restaurantes de Santiago de Chile, le propuso asesorar a su chef y rediseñar la carta. Platos que fusionan ambas culturas, la chilena y la española, como la espuma de albahaca, hacen que esta restauradora deje huella allá donde va.