Federico de Dinamarca

Ha asumido un destino que se resistía a aceptar, el de convertirse algún día en Rey de los daneses. Deportista, aventurero y padre de familia numerosa, fue apodado como el príncipe Turbo por su afición a las motos y si de algo puede estar orgulloso es de haber saboreado aquellos placeres de la vida que le han hecho sentirse uno más a la vez que ha hecho frente a sus responsabilidades con un toque muy personal.

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Página oficial: http://www.kongehuset.dk/
Horóscopo : Géminis

Atípico y, sin embargo, con muchísimo carisma. Federico de Dinamarca ha sabido cumplir con su papel de Príncipe, se ha ido formando poco a poco como futuro Rey y todo ello sin descuidar aquellos pequeños placeres de la vida que han dado a su protocolaria existencia esas chispas de riesgo.

Un príncipe intrépido

No dudó en formar parte del cuerpo de submarinistas del ejército de su país. Un cuerpo de élite que obliga a realizar misiones peligrosas. Pero él pasó las pruebas de admisión, como uno más, y logró una de las cuatro plazas puestas en juego. Define su paso por este cuerpo de "experiencia cósmica". Igualmente inolvidable, y arriesgado, fue su viaje con un trineo y catorce perros por el norte de Groenlandia.

Estudió Ciencias Políticas

Este príncipe está llamado más que a romper tradiciones a crear otras nuevas. Sintió que su preparación militar no estaba completa sin una correcta educación académica. Y se decantó por Ciencias Políticas. En 1992-1993 estudió en Harvard. Allí estableció una fundación para apoyar a los estudiantes daneses que estudian en esta Universidad americana.

'No quiero encerrarme en una fortaleza'

Porque él ha disfrutado intensamente de cada etapa de su vida. Ha saboreado todos y cada uno de los pequeños detalles que le hacían sentirse uno más. Ha querido estar con su generación, para no perderse en castillos de altos muros y olvidarse de los problemas de su tiempo. "No quiero encerrarme en una fortaleza. Quiero ser yo mismo, un ser humano", dijo una vez, insistiendo en que seguiría siendo así incluso después de ascender al trono.

Federico de Dinamarca, que reinará bajo el nombre de Federico X, ha conjugado tradición con modernidad, gracias a sus grandes aficiones: el deporte, la aventura y el contacto con la gente de su edad. Lo mismo se le puede ver, discreto, en las calles de Copenhague corriendo el maratón que en los pasillos del edificio de las Naciones Unidas, en Nueva York.

Su primer encuentro con Mary Donaldson

La Casa Real danesa anunciaba el 8 de octubre de 2003 el compromiso matrimonial del príncipe Federico con la abogada australiana Mary Donaldson, a quien conoció en un bar de Sídney cuando estaba en la ciudad para asistir a los Juegos Olímpicos de 2000. El 14 de mayo de 2004 contrajeron matrimonio en Copenhague.

Familia numerosa

Casi un año después, el 25 de abril de 2005 la Casa Real danesa anunciaba que la princesa Mary de Dinamarca estaba embarazada de su primer hijo. El primogénito de los príncipes llegaba al mundo el 25 de octubre de 2005. El varón, que ocupa el segundo lugar en la línea sucesoria de la monarquía danesa, recibió el nombre de Christian.

Pero su esposa, la princesa Mary, procedente de una familia numerosa, no se conformó con la llegada de Christian y en el día 21 de abril de 2007 a las 16:02 llegaba al mundo Isabella Henrietta Ingrid Margrethe, el segundo hijo para el príncipe Federico, que pasó a ocupar en el momento de su nacimiento la tercera en la línea de sucesión.

Consciente del gran deseo de su esposa por formar una familia numerosa, los príncipes herederos se convirtieron en enero de 2011 en padres de mellizos, produciéndose así el primer alumbramiento de mellizos en la dinastía desde el año 1626. El niño recibió el nombre de Vincent Frederik Minik Alexander, mientras que su hermana se llamó Josephine Sophia Ivalo Mathilda.

Una historia de amor contra viento y marea

Ni Federico ni Mary tuvieron fácil su historia de amor, a ella le costó ganarse la confianza de la reina Margarita, saturada de los años "locos" de su hijo. Además, a la vez que ellos se casaron, el matrimonio de su otro hijo, el príncipe Joaquín, con Alexandra Manley, hacía aguas, una relación que terminó en un divorcio que le costó a la Casa Real danesa una fortuna económica y emocional, ya que la Reina perdió joyas que llevaban dentro de su familia siglos. La soberana salió escarmentada y cuando Mary estaba embarazada de su segundo hijo, a final del año 2006, tuvo que firmar otro acuerdo matrimonial que le desfavorecía con el fin de que no se repitiera la historia de la condesa Alexandra (el único título que conservó tras el divorcio fue el de condesa).

El príncipe Turbo

Gran aficionado a los deportes, sobre todo a la vela, Federico, quien fue apodado como el 'príncipe Turbo' por su pasión por las motos, entró a formar parte del Comité Olímpico Internacional en el año 2009. “Haciendo deporte he ganado mucha confianza en mí mismo y fuerza para todo tipo de tareas, también para los compromisos oficiales” confesaba el Príncipe tras entrar a formar parte del COI.

Amante de la naturaleza, Federico se ha mostrado un gran interés por el tema del cambio climático a la vez que ha ayudado a numerosos jóvenes a través de su fundación, 'Kronprins Frederiks Fond', a llevar a cabo numerosas expediciones científicas.

Educado en la defensa y convertido en Comandante en altos niveles en la Marina, Teniente coronel del Ejército y Teniente Coronel de la Fuerza Aérea, al príncipe Federico le ha costado asumir su destino pero ha acabado aceptando, pues ni siquiera su madre fue clara a la hora de contarle qué es lo que le deparaba, mientras que el joven Federico solo veía que su camino hacia el trono le haría perderse muchas otras cosas.

Abdicación de la reina Margarita

Sin embargo, con el paso de los años, Federico se ha ido ganando la simpatía de sus compatriotas y lejos de provocar rechazo en los daneses, goza de una popularidad muy elevada, igual que su madre, que es muy querida por los ciudadanos. Los mismos que el 31 de diciembre de 2023 no podían creer lo que estaban escuchando de boca de su soberana, quien durante su tradicional discurso televisivo con motivo de Año Nuevo, hacia público su deseo de abdicar en favor de su hijo. "He decidido que ahora es el momento adecuado. El 14 de enero de 2024, 52 años después de suceder a mi amado padre, dejaré de ser la reina de Dinamarca. Entregare el trono a mi hijo, el príncipe heredero Federico".

Ahora, tras la abdicación de la reina Margarita, Federico y Mary comienzan una nueva etapa de sus vidas como reyes de Dinamarca y al frente de una institución en la que solo están ellos y sus cuatro hijos: el nuevo príncipe heredero Christian y los príncipes Isabella, Vincent y Josephine.