Bobbi Brown

"Mi meta es ayudar a las mujeres a que aprecien su individualidad, no las de una supermodelo ni de una actriz bellísima". Curiosamente, Bobbi Brown le debe su fama precisamente a ser la favorita de superestrellas como Michelle Pfeiffer, Susan Sarandon o Brooke Shields, que requieren su presencia siempre que han de hacer una aparición especial.


Nacida en los años 50, y tras estudiar Maquillaje de Teatro en Boston, Bobbi decidió probar fortuna en Nueva York, armada sólo con su portafolios de presentación, visitando revista tras revista para ofrecer su trabajo. El amor por el maquillaje empezó muy joven, cuando descubrió por primera vez la colección de cosméticos de su madre. Poco a poco, se abrió camino hasta como estilista llegar a las publicaciones más prestigiosas, y pronto, su trabajo se vio reconocido por las mujeres más guapas del mundo, que se sentían identificadas con su concepto de belleza natural. Ella no creía en sombras azules o verdes, sino en tonos similares a los de la propia piel, que realzan los rasgos de forma casi imperceptible.

Para conseguir los tonos que buscaba, Bobbi se veía obligada a mezclar y combinar productos, un proceso lento y laborioso. Hace justo 10 años, y ya harta de no encontrar una barra de labios del mismo color de la piel, le encargó a un químico que formulara una en tono beige rosado que favoreciera a cualquier mujer, incluso sin maquillaje, y le llamó Lip Color Brown nº 4. El resultado fue tan bueno que le encargó otros nueve tonos, y ahora, una década después, reedita un estuche conmemorativo que recopila estos 10 labiales que la lanzaron a la fama. El enorme éxito de sus barras de labios la llevó a expandir la oferta de sus productos de maquillaje, dentro de la que destaca su línea de bases de maquillaje.

Aunque inicialmente, sus productos se vendían sólo en Nueva York, no tardó en tener verse obligada a ampliar su distribución, convirtiéndose en un auténtico fenómeno de ventas y de prestigio. Las mujeres americanas se enamoraron de unos colores neutros que no las disfrazaban, sino tan sólo realzaban su belleza. Madre de tres hijos, además de directiva de su ahora ya gran empresa, Bobbi insiste en que sus productos han de ser, sobre todo, prácticos y favorecedores.

A mediados de los 90, entró a formar parte del grupo de empresas Estée Lauder, que pasaron a hacerse cargo del programa de expansión internacional. Desde entonces, la línea de maquillaje Bobbi Brown Essentials se ha ido dando a conocer en todo el mundo, recibiendo siempre el mismo y entusiasta recibimiento, como ha sucedido en España, donde llegaron sus productos en 1999. El éxito ha sido tal que ha ampliado su línea básica con otra gama más atrevida y colorista llamada Bobbi Brown Color Options.

"A veces siento como si fuera en parte maquilladora, y en parte, psicóloga, ayudando a que las mujeres descubran y aprecien las cualidades que las hacen especiales", asegura Bobbi. "El maquillaje debe dejar traslucir la personalidad individual, todo aquello que nos hace únicos y especiales".