Alejandro Sanz

Cuando era un niño le parecía impensable convertirse en estrella y actualmente es un número uno en las listas de éxitos. Ha compuesto canciones que han tocado el alma, ha dosificado sus discos y ha sido fuente de inspiración continua para cantantes como Tamara, Malú o Pancho Céspedes. Aún así, el éxito no se le ha subido a la cabeza.

18 Diciembre 1968

Madrid, España


Página oficial: http://www.alejandrosanz.es/
Horóscopo : Sagitario

Sus temas son un reflejo de su alma, de lo que él quiere cantar y no de lo que los demás desean oír. De todos modos, antes de interpretar sus letras en público se las enseña a su familia y a su íntimo amigo, Miguel Bosé. Pasado este examen y si todo va bien, Alejandro Sanz se somete a la prueba del taxímetro: sólo cuando oye sonar un tema suyo en la radio de un taxi puede juzgar si su canción es buena o mala. Eso es, por ejemplo, lo que le pasó con Corazón partío, uno de los temas más coreados en bares y discotecas en los últimos tiempos.

Una corta pero intensa trayectoria
Alejandro Sánchez Pizarro nació en Madrid, en diciembre de 1968, en el seno de una familia gaditana, de la que heredaría ese aire del sur. Con siete años comienza a tocar la guitarra y, a los diez, ya compone sus propias canciones. Su primera maqueta, realizada después de años de estudio dedicados a la guitarra fue rechazada por Hispavox, compañía por la que quiso apostar en aquel momento. Afortunadamente, la Warner apostó por su música y curiosamente, poco después, aquellos primeros temas de su álbum Viviendo deprisa se darían a conocer con gran éxito -siete discos de platino en España-. Para entonces, además de cambiar su apellido Sánchez por Sanz, la compañía discográfica ya había puesto en marcha una gran campaña de marketing.

Para Alejandro Sanz la música es un sentimiento, una pasión cultivada desde su niñez. Una vida. Una existencia en la que no hubo cabida para los estudios -nunca consiguió terminar administrativo-, ni para aquellas jovencitas que ya, antes de ser famoso, le perseguían por los pasillos del colegio. Más ocupado en hacer discos que en vivir una gran historia de amor, editó Si tu me miras, con la colaboración de artistas de gran talla. También salió a la luz Básico, una pequeña recopilación con las mejores canciones de los discos anteriores pero con un sonido más acústico.

Sin embargo, tras el conocido tema flamenco Corazón partío de su álbum Más, Alejandro Sanz se dedicó a si mismo y al amor, volviendo a la carga con, El alma al aire. Diez temas grabados en Miami con músicos gitanos, cubanos norteamericanos, italianos... La canción El alma al aire, -acompañada, entre otros, por la guitarra flamenca de Vicente Amigo y Josemi Carmona, Ketama-, indica que, el cantante de los 90, estaba atravesando un momento de inspiración y madurez. "Le he robado el alma al aire para dártela en este suspiro" dice el estribillo. 

Pero a Alejandro no solo le sonríe el éxito sino también el amor y consigue rehacer su corazón partío cuando se cruza en su camino Jaydy Mitchel, una modelo mexicana con la que se casaría por el rito balinés el 30 de diciembre de 1999. "El rito nos lo inventamos nosotros. Hemos demostrado que no tenemos la necesidad de "esa cosa" que llaman matrimonio. Yo estoy tan casado como el que más. Habría que ver como les va a muchos que dicen que no he revalidado mi unión. Yo, cuando les vea tan felices como nosotros, entonces me creeré sus matrimonios. Mientras tanto, más vale que crean que lo mío funciona, y que lo suyo, en muchos casos no... Hemos disfrutado mucho juntos, y he aprendido muchas cosas con ella. Está sembrá y es muy graciosa", dice el cantante.


Fruto de este matrimonio, el 28 de julio de 2001 nació Manuela y el hogar de Alejandro se tiñó de rosa. Manuela, un nombre elegido por sus padres meses antes de su llegada al mundo porque, como declaró el cantante en su día: “me gusta mucho y es muy flamenco”, se convirtió el ojito derecho de su papá.

El camino de rosas que Alejandro y Jaydy habían forjado comenzó a hacer aguas y entró en una crisis de la que ambos intentaron salir sin éxito, notificando su separación en diciembre de 2004. Dos años después y mediante un comunicado Alejandro daría a conocer la existencia de un hijo nacido en el año 2002 llamado Alexandre fruto de una relación que el cantante mantuvo con una peluquera llamada Valeria Rivera.

Alejandro no ocultó la existencia de este hijo a su mujer, Jaydy Mitchel, y ésta según confesó años después luchó como una mujer enamorada. “Conocía la existencia del hijo de Alejandro Sanz cuando aún estábamos juntos. En muchos casos, un hecho como éste es suficiente razón para separarse. Sin embargo, en mi caso no fue la razón definitiva: actué y luché como una mujer enamorada y pensando, ante todo, en mi hija” confesaba la mexicana en las páginas de la revista ¡HOLA!.

Unidos por su hija, Jaydy y Alejandro se separaron de manera amistosa y mientras que la modelo comenzó a hacer sus pinitos en la televisión, Alejandro se sumergió en su música y en la búsqueda de nuevas inspiraciones. Tras publicar en el 2003 No es lo mismo, Sanz se aleja un poquito de la música y aunque colabora en el famoso tema de Shakira La Tortura no es hasta el 7 de noviembre de 2006 cuando ve la luz El tren de los momentos, en el que “devolviéndole el favor” colabora Shakira, junto a otros artistas como Juanes o Calle 13.

Dividido entre Miami y su España natal, Alejandro, ha estabilizado su corazón junto a Raquel Perera, con quien se convertirá en padre por tercera vez, y a quien ha convertido en su incondicional apoyo y la que le ha ayudado a seguir pisando fuerte en cada uno de sus pasos, dosificar sus discos y solo volver al mercado cuando tiene una creación óptima. En 2009 el madrileño volvió a la carga con Paraíso Express, en donde contó con la colaboración de Alicia Keys y en donde Alejandro ha vuelto a esa esencia juvenil que le hizo abrirse paso en el difícil mundo de la música.

Alejandro Sanz ha compuesto canciones que han tocado el alma y ha hecho que muchos de nosotros nos desprendamos de esa coraza para mostrarnos tal y como somos, sin miedo a nada. Temas como Pisando Fuerte, Amiga Mía, Cuando nadie me ve, Corazón Partío, El alma al aire, Para que no me quieras, Y si fuera ella, Tiene que ser pecado, Silencio, son el resultado de luchar durante meses por la creación de letras y notas que suenen de verdad, que ahonden en la sensibilidad de las personas. En definitiva, que le permitan a Alejandro Sanz reconciliarse consigo mismo, recompensar a su conciencia de sus errores y sus defectos, "porque frente al público, dice el cantante, soy sincero, entregado y agradecido".