Desafortunadamente este giro es involutivo, es vez de evolucionar. Uno como histirón y como público es también un torbellino de conflictos, fue muy dificil. Con Zharick León tuvimos muchas pláticas antes y durante el rodaje, yo creo que esto es consecuencia de todo lo que ha pasado Juan. Está desatendido, lo cachetean, lo empujan... Juan no merece eso, ningún hombre, ninguna mujer merece eso. Están pasando estas cosas que van a llevar a este hombre al límite. Lo que se viene después estará bien duro.

Si el matrimonio ya estaba mal... porque ella (Norma Elizondo) también ahí anda de coqueta con un tipo y pues Juan pobrecito viendo todo eso, definitivamente lo que pasó cambiará el rumbo y la historia; va a ser un parteaguas definitivamente. Lo que vieron es que él está como tratando de darle una lección a esta mujer que está abusando de su cachorro, estamos hablando en el universo de ‘Gavilanes’. Él es un hombre rudo pero muy protector y no se imaginó que, al hacer eso, iba a llegar su esposa y lo vería todo.

Yo hablando con Zharick, lo primero que uno enfrenta cuando lee el libreto es un shock, ¿cómo es posible que esta historia lleve a Juan a hacer esto? La mujer lo trata mal, lo cachetea delante de los hijos, coquetea con otro delante de él. Juan es un hombre humilde que no tiene otro talento que sus manos, el trabajo duro, el trabajo físico. Él se enamoró de una mujer de otra clase social, y 20 años después, este hombre ha hecho lo posible por hacer feliz a esta mujer, como se ve en la segunda temporada, por lo que ha pasado también en el proceso ha sido muy duro, hay algo de infelicidad, de descontento, de insatisfacción en su pareja. Yo creo que todo es consecuencia de algo. La arista que decidimos adoptar fue la de Juan defendiendo a su hijo de una amenaza, pero el ingrediente aquí es que llega la mamá del muchacho, la esposa de Juan, ya cambia la historia, se complica todo por el acercamiento de piel con piel de Roasairo Montes, que es el símbolo sexual de las dos temporadas. ¡Vamos a ver qué pasa! Si son capaces de superarlo, si se perdonan... ya veremos.

Les digo a los fans que tengan paciencia, la paciencia de ver hacia dónde va la historia, cómo los personajes van a resolverlo. Al final de cuentas, Norma y Juan son un matrimonio y luego los escritores los ponen a pasar por estas cosas... Hay que ver cómo lo resuelven, para dónde va. Vamos a ver si ellos tienen la madurez como matrimonio de sentarse a platicar, de ver dónde fallaron, de ver qué pasó o si definitivamente se separan... Si pasa, ¡Dios mío! Le van a romper la vida, el corazón!