“¡Ay, pues imagínate! Un año después, pero ahora reunirnos en Canadá, en Kelowna, que yo la verdad creo que ninguna conocíamos, nos encantó. Es un lugar increíble, estuvimos en un chateau espectacular.

Entonces, un año después, uno no se da cuenta de todo lo que sucede en la vida de cada una. Y también, pues reencontrarnos después de lo que pasó en el último viaje a Cabo. En esta segunda temporada de villanas sucedieron muchísimas cosas, muchísimas revelaciones. Momentos de todo: divertidos, angustiantes también de mucha tensión. Intensos pero bueno, yo la pasé bien, me divertí muchísimo”.

“Pues trato de respetar. Al final el punto de vista de cada de cada una a veces puede ser que uno empatice más con la manera de pensar o con el razonamiento de una que de la otra, de las cosas que están sucediendo en ese momento en la convivencia.

Yo no soy una mujer de conflicto, pero sí soy una mujer enfrentativa, o sea, al final, si hay algo que hay que hablar que decir que poner los puntos sobre las íes, siempre lo voy a hacer de la mejor manera, con elegancia y clase.

Sí, el conflicto es lo que al final al público le gusta ver, qué es lo que sucede, que además es una realidad. O sea, nada es en un guión. Es un experimento de ir de viaje, de llevar todo lo que tenemos del viaje anterior, y las personalidades de cada una, las historias que hemos vivido juntas, incluso desde antes que hemos trabajado juntas. Estos momentos de tensión y de conflicto, pues son los que más amorcito les dan a los viajes”.

“No es un enfrentamiento. Aylín quería hablar acerca de algo que de algo que sucedió el año pasado, que ni siquiera sucedió dentro del viaje, sino que fue algo que ella hizo después y que a mí me molestó y se lo hice saber. Ella lo trajo a colación en este nuevo viaje y lo quiso hablar y, como te digo, yo simplemente digo las cosas como son y mis puntos de vista de la manera más educada. Quedó totalmente aclarado, ya lo podrán ver en los próximos capítulos.

Entonces, se aclararon ciertas cosas, pero lo tienen que ver porque todas tenemos personalidades distintas y diferente manera de abarcar el conflicto o las discusiones.

Esto es lo rico, porque pues no todos en el mundo este reaccionamos igual, y ahí se puede ver la diferencia de personalidades, de cómo unas tienen en el conflicto con la otra”.

“Sí, obviamente es algo que a nadie quiere escuchar. Yo respeto, pero no soy afín. O sea, ni me gusta leerme las cartas. Si lo hice alguna vez por curiosidad, tal vez fue una vez, pero se me olvidó lo que me dijeron. Realmente no es algo en lo que yo crea. En lo que sí creo es en el poder del pensamiento y de la intención.

Entonces no le doy poder a esas cosas, pero claro que a nadie le gusta escuchar eso, pero se quedó tanto en mi mente tanto que pues sí, tuve una pesadilla horrible. Esa noche no pude dormir, tuve una pesadilla con ese tema, pero la verdad es que a mis hijas siempre las cuido, las procuro. Les doy todo el amor del mundo y no voy a llegar a ponerles esa esa información que no necesitan”.