Santi Santamaría

Es un cocinero autodidacta que se ha hecho famoso sin salir de su pueblo natal. Santi Santamaría i Puig, barcelonés de Sant Celoni, de horóscopo Leo, 43 años, estudió peritaje industrial para terminar cosechando los máximos laureles con una actividad que empezó siendo un hobby.


Desde 1994, año en que le fue concedida la codiciada tercera estrella de la Guía Michelín, su restaurante, El Racó de Can Fabes, emplazado en la vieja casa familiar que lo vio nacer, atrae a los gourmets del mundo entero hasta los pies del Montseny con una cocina sólida y con raíces, de apariencia sencilla y gran base humanista, comprometida con su entorno y alejada de lo superficial.

Inconformista y rebelde, Santi Santamaría comenzó a cocinar para huir de la situación social y política en la que vivía y con la que no estaba de acuerdo. Se dedicaba a cocinar cuando su trabajo como dibujante técnico y sus estudios en la escuela industrial se lo permitían. Un día decidió cambiar el lapicero por el delantal, pero siguió creando, en este caso, recetas.

Comenzó a viajar para aprender de los que ya estaban en primera fila. Entró en contacto con "chefs" como Michel Guérard, Alain Senderens y Fredy Girardet, empezó a copiar y a aprender para iniciar a elaborar sus propios platos: raviolis de gambas al aceite de ceps, caracoles y ancas de rana con sofrito de cebolla y tomate, la sorpresa de trufa, vieiras con espárragos y longaniza, setas del Montseny, pescados del Maresme, cabracho relleno de manitas de cerdo y sus famosas tripas de bacalao con butifarra negra y salchichas, entre otras; todas ellas se pueden disfrutar en el número 6 de la calle Sant Joan, en Sant Celoni, previa reserva al 93 867 28 51 o en papel couché, aderezados de opiniones, a través de las páginas de su precioso libro La estética del gusto; aunque ésta no es la única obra en la que descubre los secretos de sus recetas, en La cocina de Santi Santamaría nos abre de par en par la puerta de su rincón de trabajo.

En marzo del 2001 abrió en Madrid el restaurante Sant Celoni, dentro del hotel Hesperia (Paseo de la Castellana, 57), un pequeño comedor para 40 comensales que dirige él, pero que ejecuta su mejor alumno Óscar Velasco, y con el cual quiere introducir su concepto de cocina en la capital.