Naomi Campbell

La belleza de Naomi Campbell es la impactanta mezcla de sangre jamaicana y asiática, pues su madre proviene de la isla caribeña y su padre, aunque de nombre desconocido, tenía rasgos asiáticos.
Acaba de entrar en la tercera década de su vida y puede estar orgullosa de ser la primera modelo negra que consiguió una portada de en prestigiosa revista [Vogue]. Sus rarezas y sus desplantes le han dado fama de caprichosa. De novio en novio y de capricho en capricho, Naomi Campbell sigue en la cumbre de las pasarelas.

22 Mayo 1970

Londres (Inglaterra)


Horóscopo : Géminis

Las pasarelas le dieron la bienvenida a los 15 años
Una representante de la agencia Elite la descubrió en Covent Garden (Londres), cuando tenía tan sólo 15 años (nació el 22 de mayo de 1970). Hasta esa fecha la pequeña Campbell se había dedicado a estudiar baile clásico. "Tengo un diploma de profesora de claqué para niños. Si las cosas me van mal, tendré que recurrir a él". Aunque asegura que tuvo una infancia feliz, siendo ella una bebé, su madre la dejó con una niñera y se dedicó a viajar por Europa con una compañía de danza. Cuando la modelo creció, la acompañó en sus giras. "Mi madre me llevaba de viaje por toda Europa. Me encantaba conocer sitios nuevos". Pronto ese estilo de vida lo hizo suyo y con unas medidas envidiables (86-60-87) se hizo la dueña de las pasarelas de todo el mundo.
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Su cuerpo: una cuestión de genes
Y es que las cosas le han venido rodadas a esta chica londinense, a pesar de que la agencia Elite le rescindiera su contrato hace unos años cansada de sus caprichos y sus desplantes. Nada ha perjudicado su ascenso. Musa de diseñadores y fotógrafos es una de las diez modelos mejor pagadas del mundo. Fuma, bebe alcohol, come cuanto quiere y huye de los gimnasios. Se puede decir que no hace nada por mantener su línea. "Se lo debo a mis genes. En mi familia, todo el mundo es alto y esbelto. Y eso que no paro de comer porque, si estoy hambrienta, enseguida me pongo de mal humor y me vuelvo agresiva".

La era de las supermodelos ha llegado a su fin
La diosa negra de las pasarelas ha posado para los más prestigiosos modistos, aunque su vinculación con la familia [Versace] y [Valentino] parece más sólida que nunca. Naomi ahora se da cuenta de que ha crecido demasiado deprisa, pero es consciente también de que estaba en el lugar oportuno en el momento adecuado. "La era de las supermodelos ha pasado a la historia. A principio de los noventa, fueron los medios de comunicación los que nos obligaron a estar en la cima. Desde entonces, han estado intentando que nos bajáramos, pero no lo han conseguido". Campbell pertenece a esa generación de mujeres que no se conforma con triunfar sólo en un campo. Tiene sus propios negocios abrió junto a las modelos Claudia Schiffer, Elle Macpherson y Christy Turlington una cadena de restaurantes, [Fashion Café], invierte su dinero en el sector inmobiliario, juega en Wall Street con los más grandes, incluso ha probado suerte en el mundo de la música grabó un disco, Babywoman, en 1994-, el cine ha participado en una [veintena de películas]- y la literatura -ha escrito dos libros, Swan y Naomi, de los que el 40 por ciento de los beneficios fueron para la Cruz Roja de Somalia-.

Una modelo solidaria
Naomi es una modelo muy comprometida con los problemas de su tiempo, ayuda económicamente a varias organizaciones internacionales, además de liderar una asociación de promoción de las modelos negras. "Cuando tienes tanta suerte como yo en la vida, debes devolver un poco de lo que has obtenido". Campbell es consciente de que la xenofobia, aunque oculta, aún sigue existiendo. "Ha sido en Estados Unidos donde he experimentado el verdadero racismo. En Nueva York donde tiene fijada su residencia desde hace años- no consigo ningún taxi, aunque los taxistas sean negros. Cuando ven a una chica negra se creen que tienen que llevarme al Bronx o a Harlem. A veces los negros son los más racistas".

Una vida a contrarreloj
Si ser bella es una condición indispensable para ser una top model no es suficiente para alcanzar la dimensión de Campbell. Tan resistente como una deportista de alta competición, vive pegada a un móvil, no pasa dos días seguidos en un mismo sitio, soporta las diferencias horarias y breves horas de sueño por suerte le encanta dormir en los aviones- de la misma forma que un boxeador encaja los golpes, sin dejar traslucir el cansancio.

Su vida es una constante carrera a contrarreloj para llegar siempre tarde. Sus retrasos y sus desplantes le han dado fama de caprichosa e insoportable, requisitos indispensables para ejercer como una auténtica diva. "Los medios no dictan mi vida. Creen que lo hacen pero no es cierto. Me río de lo que publican y no me creo lo que dicen de mí; se quedan en el exterior. Pero no me preocupa pues los que me conocen saben que no soy así".

No me gusta ser la que lleva los pantalones
Los novios y los zapatos son su debilidad tiene entre 500 y 1.000 pares-. Por sus brazos han pasado celebridades como el boxeador [Mike Tyson], los actores [Robert de Niro] y [Silvester Stallone], el bajista de [U2] Adam Clayton -con quien llegó a comprometerse- o el bailarín [Joaquín Cortés] entre otros, pero sus amoríos suelen durar un suspiro. "Cada vez que empiezo una relación, tengo la esperanza de que sea definitiva". Hasta ahora nadie ha desposado a esta belleza de ébano. "No necesito un torero a mi lado, sí alguien que sea capaz de manejarme. No me gusta ser la que lleva los pantalones".

Calza un 40, tiene un rottweiler y escucha a [Lenny Kravitz]. Pese a su mala fama, lleva 15 años la mitad de su vida- en las pasarelas. Ha recibido muchas críticas y pocas voces han salido a defenderla, entre ellas la de [Donatella Versace]: "Naomi es generosa y decidida, y eso nunca lo dice la prensa". Amante de la comida española, sobre todo del jamón y la tortilla de patatas, la siesta y las carreras de Formula 1, considera que el trabajo de las modelos es todo un arte. Su imagen de chica mala empieza a cambiar.