Leonardo DiCaprio

Sus detractores dicen de él que ni sabe actuar ni posee atractivo alguno. Sin embargo, su presencia en cartel es garantía de éxito de taquilla. ¿Su secreto? La capacidad camaleónica para hacer de la interpretación un modo de vida. Y, tal vez, esos ojos azules que miran más allá de lo visible...

11 Noviembre 1974

Los Ángeles, California, EEUU


Horóscopo : Escorpio

Oscars 2016: Nominado por "El Renacido"

Antes de nacido, según cuentan las leyendas familiares, a Leo ya le seducía el mundo artístico. De hecho, se dice que el nombre de Leonardo se le ocurrió a su madre, Irmalin, una secretaria de origen alemán, mientras visitaba el Ufizzi y, situada frente a un cuadro de Leonardo da Vinci, el bebé que esperaba comenzó a darle patadas. Era su marca de identidad: la señal de que llegaba con ganas de decirle a todos que más tarde o más temprano se comería el mundo que eligiese. Y le dio por la interpretación.

Su padre, George, un productor de tiras cómicas italiano, y su madre se divorciaron, pero a Leonardo nunca le faltó el cariño de ninguno de ellos. Desde niño quiso inventarse otros mundos, y no porque el que le había tocado en suerte fuera malo sino por un afán incansable por descubrir nuevos comportamientos. Ya siendo un actor famoso Leonardo confesó: "Lo mejor de actuar consiste en que me evado de mí mismo para convertirme en otro y que, además, me pagan por ello. Es algo genial. Al menos para mí, que nunca estoy seguro de quién soy. Parece que así puedo cambiar cada día".

Su carrera ante la cámara se inauguró con un anuncio publicitario de una conocida marca de leche. De ahí a la fama, pasando por distintas series televisivas: Roseanne, Santa Bárbara o Los problemas crecen. En el año 1991 rodó su primer largometraje, Critters 3. Sólo dos años más tarde su nombre comenzó a ser conocido gracias a una extraordinaria interpretación, junto a otro grande, Johnny Deep, en la película de Lasse Hallstrom ¿Quién ama a Gilbert Grape?.

Pero el pleno reconocimiento internacional no llegó hasta Titanic, cuatro años más tarde y firmando su currículum con títulos de la talla de Vida de este chico, Vida de un rebelde, Romeo y Julieta o La habitación de Marvin.

Tras Titanic, cuando muchos cuestionaban sus habilidades para la interpretación, el mismísimo Woody Allen le seleccionó para Celebrity.

El mundo entero se rindió a sus pies... Y entre ellos, la bellísima Giselle Bundchen no pudo evitar enamorarse de un Leonardo DiCaprio que aún conserva un aire adolescente que le pinta eterno... Su historia de amor duró cuatro intensos años, y según se rumorea fue la modelo brasileña quien decidió poner fin a su noviazgo tras las constantes negativas del actor a formalizar su historia.

Leonardo, quien conseguía convirtiendo en "oro" todas las películas que tocaba, entre ellas Gang of New York, El Aviador o Diamantes de sangre, se cruzó en su vida con otra belleza, la israelí Bar Refaeli, con lo que todos creíamos que llegaría a pasar por el altar. Su relación duro seis intensos años, en los que a pesar de dejarse ver muy poco públicamente, su historia de amor iba viento en popa. Sin embargo, una vez más, DiCaprio dejó escapar a Bar, y una vez más se especulo con la posibilidad del miedo al compromiso del intérprete.

En abril de 2011 Leonardo volvía a ser el "soltero de oro", pero por muy poco tiempo pues la actriz de Gossip Girl, Blake Lively, se hacía con un trocito del corazón del actor. Lo que parecía ser un noviazgo ‘en ciernes’ acabó siendo tan solo un romance y tras el verano tomaron caminos diferentes.

Lejos de dar el 'sí quiero' el protagonista de Titanic, quien ha sabido cumplir años como los mejores vinos, continua volcado de lleno en su labor ecologista a la vez que selecciona minuciosamente sus papeles cinematográficos y agranda su particular colección de arte.