Elsa Benítez

Su exótica belleza y perfecta figura, donde resalta su cintura de avispa, la han convertido en una de la modelos más cotizadas de Sudamérica que, tras una consistente carrera, comienza a ocupar los puestos más importantes del mundo de la moda. Su consagración mundial se produjo al convertirse en la portada del número especial de bañadores de la revista Sports Illustrated de 2001.


El 12 de agosto de 1977, nacía Elsa Benítez en el pueblo mexicano de Sonora donde vino al mundo esta joven de fino rostro y mirada penetrante.
Desde muy pequeña, el sueño de esta bella mujer de fino rostro y mirada penetrante fue la moda. Ansiaba convertirse en una modelo conocida internacionalmente y ocupar las portadas de las más prestigiosas revistas, tal y como hacía su maniquí idolatrada, la canadiense [Linda Evangelista]. Sin embargo, poco imaginaba ella que su nombre iba a ser uno de los más importantes del mundo de la moda.

Grandes éxitos para una bella mexicana
Su entrada en la moda se produjo, nada más y nada menos, que por la puerta grande. En 1995, Elsa ganaba un concurso de belleza en Costa Rica, lo que la obligó a viajar de México a los Estados Unidos y Europa. Poco a poco, comenzó a recibir los primeros trabajos importantes y firmó un contrato con la agencia Elite. Su consagración definitiva llegó tras aparecer durante el año 1996 tres veces (abril, agosto y septiembre) en la portada de la edición italiana de Vogue.

Sin embargo, fueron dos trabajos concretos los que terminaron de impulsar su carrera y convertirla en una cotizada modelo. El primero fue posar en 1999 para el calendario Pirelli frente al objetivo del reconocido fotógrafo Herb Ritts. Ella, que posaba en top-less, representaba al mes de septiembre.
El segundo de estos contratos fue aparecer en la portada del número especial de bañadores de la revista Sports Illustrated de 2001. Bajo el título "Elsa Benítez, diosa del Mediterráneo", la bella mexicana conquistaba un puesto de honor dentro del selecto club de las top models.

Grandes contratos
Sin embargo, aunque estos trabajos sean los hitos de su extensa carrera, Elsa posee un importante currículum lleno de otros trabajos para grandes firmas y diseñadores. De ellos, destaca ser musa de la firma italiana Dolce & Gabbana para la que protagonizó una campaña donde demostraba su mayor erotismo y sensualidad, que además provocó a la opinión pública con algunas instantáneas de connotaciones lésbicas.
Algunas de las firmas para las que también ha sido imagen son Escada, Guerlain, Max Mara, Valentino, Victoria"s Secret, Jones NY, Massimo Dutti, Oscar de la Renta, y Versace Jeans Couture, entre otras.

Si con estas campañas supo enamorar a más de uno, sus contorneos sobre la pasarela dejaron boquiabiertos a aquellos que todavía no habían quedado cautivados con su perfecta anatomía. Así, ha desfilado para Christian Lacroix, Carolina Herrera, Chloé, Emanuel Ungaro y Gianni Versace, unos pocos nombres de una larga lista.

Una vida paralela a la moda
A pesar de su apretada agenda, Elsa ha tenido tiempo para conseguir una vida privada estable y labrarse un futuro en un mundo distinto al de la moda, el del cine. La joven mexicana, que está casada con el jugador de baloncesto de la NBA Rony Seikaly, ha debutado como actriz en el largometraje televisivo Requins à la Havane (1994) dirigida por Alain Nahum. Y, según ha confesado, espera poder trabajar en un futuro tanto en películas inglesas como españolas.